Entradas

Mostrando entradas de 2015

Diez años

Hoy hace diez años que murió mi tío Alfonso. Una década ya del tiempo que cada vez pasa más rápido... Todavía recuerdo, o me lo parece, con mucha nitidez la última vez que estuve con él: una tarde fría de domingo en Madrid. Me despedí de él, y me volvía a Cordoba, cogiendo el tren en la estación de Atocha; la luz naranja de las farolas del paseo de los Melancólicos, que veía a través de la ventana del autobús, me parecía que justificaba más que nunca el nombre del paseo. La tarde siguiente, ya de lunes, me llamó mi padre para decirme que había fallecido. A pesar de ser algo esperado, no podía entenderlo... Recuerdo a mi tío todos los días, sobre todo por las mañanas, justo antes de entrar a trabajar, y no se me olvida que estoy dónde estoy gracias a su ayuda y que nunca tendré tiempo ni palabras suficientes para agradecérselo. Doy gracias a la vida y a las circunstancias porque en parte de sus dos últimos años de vida pude vivir en casa de mis tíos y compartir con ellos ratos y tr...

Madrid, 1989

Rocío me envió la lista que publicó la Vanity Fair con las mejores 50 series de televisión españolas de toda la historia . En principio, imaginé que sería una más de esas listas subjetivas que tanto nos gusta leer en las revistas, pero al final me encontré por una parte con el convencimiento de que – generalizando – las producciones de televisión de hoy no tienen nada que ver a las de los años 80 y por otra parte con un viaje a mi infancia y juventud, y a imágenes a medio recordar y otras completamente olvidadas. Transité con nostalgia y cierto orgullo por Juncal , los gozos y las sombras , por verano azul y por muchas otras series que hicieron época, sintiendo que paseaba por mi vida infantil y adolescente, y me topé con algo de lo que nunca había oído hablar: delirios de amor,   de la que Vanity Fair decía de ella que atípica y rompedora, definía la esencia de la excesiva década de los ochenta. Me sorprendí comprobando cómo una producción de la televisión públi...

Tristana

Imagen
Hoy he vuelto a ver Tristana. Llevaba años sin verla y de nuevo he disfrutado de la película que tantas veces he visto. Y como todas esas veces me ha vuelto a sorprender. He reído con las hidalgueces y formas decadentes de Don Lope, me he extasiado con la belleza hierática de Catherine Deneuve, he sufrido con los dolores físicos y emocionales de Tristana, asustándome con su transformación. Me he compadecido de los enamoramientos inútiles de don Lope y Horacio, he vuelto a sentir fascinación con escenas y diálogos como la entrada en escena de Fernando Rey, piropeando a una guapa toledana como si fuera un galán de zarzuela, o la de los adolescentes mirones y tocones en la torre de la catedral, en una secuencia de un morbo pocas veces superado en el cine. Me ha entrado hambre saboreando las migas de campanero, el cocido que prepara Saturna, y con el chocolate acompañado de dulces que don Lope toma conversando con los curas que presienten que le queda poca vida. Y sobre todo ...

Álvaro

Imagen
Esta mañana nos hemos despedido de Álvaro. Era una mañana fría y muy ventosa, muy desapacible. En Córdoba, sus amigos y sus hermanos han invocado a Bach y, luego, mientras le acompañábamos y entrábamos en el silencio del cementerio de Bujalance, Rafa ha cogido su trombón y ha tocado when the saints go marching in ... Una metáfora perfecta de eso a dónde no llegan las palabras para expresar lo que se siente, y una forma inmejorable de despedirse de Álvaro. Cómo a él le hubiera gustado. Porque Álvaro era pura Música, cualquiera que lo hubiera escuchado tocar una nota lo sabía. No estaba claro dónde empezaba el cello y donde estaba él. Lo que sí era cierto era dónde estaba la Música: dentro del mismo lugar dónde le resonaban las notas, cerca del corazón enorme que tenía para todos. Es tarea inútil hablar del músico y de la persona... Quien tuvo la fortuna de escuchar al músico y tratar a la persona lo sabe... Una noche de septiembre de 1997 en Madrid, en esa época ...