Cementerio de Passy
Junto a uno de los lugares más turísticos de París, la place
du Trocadéro, desde donde se obtiene una de las vistas más célebres y universales
de la Torre Eiffel, encontramos el umbrío y recoleto Cementerio de Passy, que
toma el nombre del barrio -antiguo pueblo- en el que se encuentra, hoy dentro
del decimosexto arrondissement de París.
En nuestra visita a París, tras las múltiples fotos de la
torre Eiffel, en esa poco original pero bellísima vista junto al palais de
Chaillot, encontramos fácilmente las tapias que separan el cementerio de la
place du Trocadéro, decoradas con motivos alusivos a los caídos en la Primera
Guerra Mundial. Entramos y nos sorprende
gratamente un montoncito de planos para que el turista encuentre fácilmente las tumbas de
los personajes allí sepultados (Manet, Fernandel, Gabriel Fauré, Berthe Morisot…).
Extraño remanso de silencio lejano trufado de castaños, nuestros
ojos de turista español miran con extrañeza las formas tan cinematográficamente
fantasmagóricas de las bovedillas de los panteones, tan usuales por estas
latitudes, y tras una búsqueda un poco complicada damos con nuestro objetivo:
la tumba de Claude Debussy.
Sorprenden las flores frescas sobre la tumba de un artista
que murió hace noventa y cuatro años, y nos cautiva un papel doblado, por el
que escapan unas letras de emoción y agradecimiento de una pianista española al
músico que soñó España como ningún otro.
Rodeado de edificios, con el lejano murmullo del tráfico de la gran
urbe, y con la Torre Eiffel casi siempre a la vista, el cementerio nos da una
experiencia turística, a la vez cercana y alejada de lo tradicional. Con la
escala cromática de la flauta del preludio
para la siesta de un fauno en la mente, salimos a la ciudad y continuamos nuestro camino.
Comentarios
Publicar un comentario