San Calixto
Silencio de cal y mirto
Intentaremos expandirnos algo más, a pesar de que el verso, en lo que tiene de imagen de quietud, paz y lejanía, expresa perfectamente las sensaciones que produce el lugar.
Para llegar a San Calixto tomamos desde Hornachuelos la A-3151 hacia el norte. Nada más salir del pueblo adivinamos que la carretera nos va a llevar por unos parajes naturales de gran belleza natural en los que predomina el alcornoque y la encina. Un kilómetro después de salir pasamos la entrada al centro de visitantes de la Huerta del Rey, lugar donde informarnos de cómo visitar el Parque Natural. Seguimos adelante por la carretera, cada vez mas serpenteante y estrecha, pero con buen firme… El paraje cada vez más agreste y bello.
Y dieciocho kilómetros más allá un indicador nos dice que entramos en San Calixto, y tomamos un camino de tierra a la izquierda flanqueado por grandes eucaliptos que, unos metros más adelante nos hace topar con un arco de entrada a un convento. La lápida nos hace saber que nos hallamos ante la entrada al Antiguo convento del Tardón del año 1543. A la izquierda de la portada una campana llamador y una gran lápida que en tono pomposo y almibarado nos recuerda que en este convento pasaron su luna de miel los recién casados reyes de Bélgica Balduino y Fabiola a finales de 1960 y principios del 61.
El camino sigue hacia la derecha y otro arco encalado – escoltado por dos farolitos –nos introduce en la calle principal de la aldea, que –siguiendo el estilo literario de la lápida real –nos inunda de luz de cal y alegres colores de geranios y adelfas. Es la calle principal de San Calixto, que sólo tiene dos más que se abren a la izquierda de esta principal, una – bellamente entoldada por parras – que conduce a la puerta de la Iglesia conventual, y la otra al patio de entrada al convento actual – hoy habitado por una congregación de carmelitas descalzas, en el que podemos ver la entrada, el locutorio, el torno, y el escaparate de los productos que nos ofrecen las monjas.
El conjunto de San Calixto es un prodigio de armonía y serenidad: casas encaladas, verdes puertas y macetas adosadas a la pared, faroles, setos y rejas, en medio de la belleza del Parque Natural de Hornachuelos, en un lugar casi deshabitado, una aldea recóndita tan bella. Haciendo un poco de indagaciones sobre su historia, sabemos que el Antiguo convento del Tardón fue fundado en el siglo XVI en un primitivo eremitorio bajo la advocación de San Basilio, y estuvo habitado hasta 1808, año en que se produce su abandono, del que se libra en 1940 tras la compra de los terrenos por el marqués de Salinas, que sobre las ruinas edifica el actual convento y aldea. Actualmente la aldea está prácticamente deshabitada, exceptuando el convento, y el único lunar que le podemos encontrar al lugar es su proximidad – algo menos de veinte kilómetros hacia el norte– del cementerio de residuos radiactivos de El Cabril
Entendemos la elección de los castos Balduino y Fabiola para encontrar paz, silencio y soledad… Es difícil encontrar un lugar tan apartado del mundo, y bello en lo natural y humano.
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