El nombre de las Calles
En estos días pasados de un confinamiento que todavía no se ha ido del todo, la reposada nocturna en el sofá tras la cena, con pocas ganas de leer, me sugería viajar en mi mente por todos los viajes que hemos hecho. El miedo – a tantas cosas – me hacía pensar en que, tal y como se está poniendo el mundo, quizá no pudiera viajar más y, para calmar el terror, comenzaba un paseo por las calles de mi memoria con un nombre que, más allá de la belleza del lugar, se me ha quedado grabado, por curioso o bonito. El paseo comienza en mi ciudad, Córdoba, por un barrio del casco histórico, San Agustín, muy alejado y olvidado por las rutas turísticas, preñado de patios de una belleza singular. Se suceden las calles de las Nieves Viejas, Matarratones, Pozo de dos bocas, y termina por el sugerente nombre de Plaza del huerto hundido. Sigo por Sevilla, y sin dejar de nombrar la acertada y preciosa esquina que en el barrio de Santa Cruz une los nombres de Agua y Vida, me detengo en la calle de la ...