Despedida
El Diario Córdoba titulaba la mañana del 18 de noviembre “La ciudad amanece con un manto blanco y bajada de temperaturas” , pero en cuanto pasamos Cerro Muriano, la niebla levantó. Me dirigía, esta vez sí, a despedirme de mi madre, esta vez para siempre. Pocas palabras se me ocurren para contar algo así. En las últimas semanas, cuando me despedía de ella, el temor y la certeza se unían en mi cabeza pensando que esa era la última vez que le daría un beso… y al volver a casa, no sé por qué, se repetía en mí un recuerdo, no precisamente especial, más bien de rutina y normalidad: Era mediados de los años noventa, un sábado por la tarde en que ella libraría en el trabajo. Íbamos andando desde casa, por una Córdoba que ya no existe, a comprar a Simago , que ya tampoco existe, junto a las Tendillas. Mirábamos la cartelera del cine Góngora, que ya no existe como cine…. Y volvíamos a casa a colocar la compra y a preparar algo para cenar. No se me ocurre nada más ahora mismo, pero qu...